9 de Agosto, 2024 - ¡Buscad la Vida Eterna!
Juan 6:26-27 “Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto los milagros, sino porque comisteis de los panes y os saciasteis. No os afanéis por la comida que perece, sino por la que perdura para vida eterna, la que os dará el Hijo del hombre, a quien Dios Padre ha sellado.”
Jesús dijo que deberíamos gastar nuestra energía buscando la vida eterna que Él puso a nuestra disposición. Tenemos una cantidad limitada de «energía» para gastar, así que ¿cuáles son nuestras prioridades? A través de la Palabra de Dios, se nos dice que busquemos al Señor. Esto no es para Su beneficio, sino para nuestro beneficio. Deuteronomio 4:29 dice: «Pero si de allí buscares al Señor tu Dios, le hallarás, si le buscares de todo tu corazón y de toda tu alma». Jeremías 29:13 dice: «Y me buscarás y me hallarás, cuando me busques de todo tu corazón». Deberíamos darle a Dios una buena parte de nuestro tiempo y, sin embargo, tantas veces, Él se queda con lo que sobra. A lo largo de los Salmos se nos dan ejemplos de buscar el rostro de Dios, a mí particularmente me gusta el Salmo 27:8, «Cuando dijiste, búsca mi rostro; mi corazón te dijo, tu rostro, Señor, buscaré». El Señor nos está posicionando para recibir algo de Él cuando nos pide que busquemos Su rostro.
Una escritura acerca de buscar el rostro de Dios es muy importante para nosotros como nación en este momento. Mucha gente intentará muchas cosas diferentes para arreglar un problema nacional, pero si Dios va a poder intervenir, debemos hacerlo a Su manera, con Su patrón, y con Su Palabra. En 2 Crónicas 7:14 dice muy claramente cómo Dios arregla a las naciones: «Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra». Buscar el rostro de Dios y ponerlo en primer lugar es la clave para cambiar una nación. Cuando lo buscamos y hacemos las otras cosas que este versículo requiere de nosotros, el creyente, entonces Dios puede intervenir sobrenaturalmente. Siempre me acuerdo de Sodoma y Gomorra cuando Abraham dejó de pedirle a Dios que perdonara a la ciudad si había justos allí. Abraham empezó con cincuenta y fue bajando poco a poco hasta que no pudo ir más allá. Siempre he creído que si Abraham le hubiera pedido a Dios que la perdonara por su bien, el Señor lo habría hecho como un amigo a otro. Incluso en eso, el Señor perdonó a Lot, a quien Dios llamó justo a pesar de que el alma de Lot estaba afligida, dice la Biblia (vejada en la Biblia en Inglés). Mi punto es este, buscar a Dios puede llevar a la amistad. Jesús dijo que ya no somos siervos sino amigos. La amistad nos llevará a un lugar de confianza con Dios, para que podamos hacerle peticiones e interponernos entre la destrucción y la misericordia de Dios para una nación. ¡Busquemos su rostro!
Pr. Mark Garver