20 de Agosto, 2024 - Engaño de las riquezas
Marcos 4:18-19 “Y éstos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra, pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entrando, ahogan la palabra, y se hace infructuosa.”
Algunas veces, cuando las cosas no están funcionando para alguien, ellos piensan que no están escuchando suficiente Palabra. La verdad es que todos podríamos usar más Palabra, pero ¿podría el problema ser algo más? ¿Podría ser la tierra? Probablemente. El suelo, que es tu corazón, que no es visto por nadie excepto por Dios, tiene todo que ver con lo que produces. Una cosa que le dará malas hierbas en su jardín espiritual es el engaño de las riquezas. ¿Qué significa esto?
Primero, esta es una persona que se preocupa por el dinero. Toman sus decisiones de vida basadas en el dinero. Toman trabajos basados en el dinero y no en la dirección del Señor. Ellos mueven a su familia basados en el dinero sin revisar la voluntad de Dios.
En segundo lugar, aman al dinero más que a Dios. La mayoría de los creyentes dirían que esto no es verdad en ellos, pero puedes mirar en la cuenta bancaria de alguien y ver quien es el número uno en su vida. Estas personas piensan constantemente en el dinero. Son muy naturales y se conmueven por la cantidad de dinero que tienen o no tienen. Jesús se hizo pobre para que nosotros pudiéramos hacernos ricos. La bendición del Señor nos hace ricos y no añade tristeza. Somos bendecidos para ser una bendición, pero ¿somos fieles con lo que es de Dios en cuanto a las finanzas? ¿Diezmamos y damos ofrendas y nos aseguramos de que el dinero no sea nuestro Dios? Manteniendo el dinero en su lugar apropiado mantendrá su corazón claro y limpio para que la Palabra de Dios pueda producir. A la gente, hoy, no le gusta oír lo que Dios dice sobre el dinero, pero seré muy claro, es un error no enseñar sobre lo que Dios dice sobre el dinero. ¿Por qué? Porque como tú tratas con el dinero tiene un efecto directo en tu corazón, el cual determina si la Palabra de Dios producirá en tu vida.
Pr. Mark Garver