05 de Septiembre, 2024 - Debería ser sanado

Debería ser sanado

05 de Septiembre, 2024

Lucas 13:16 “Y esta mujer, hija de Abraham, a quien Satanás ha atado estos dieciocho años, ¿no debe ser desatada de esta atadura en el día de reposo?”

Quiero que noten que Jesús dijo que Satanás ha atado a esta mujer. Él nos estaba diciendo a nosotros, y a todos los que quisieran escuchar ese día en la sinagoga, que Satanás es el que pone la enfermedad en la gente. Nunca viene de Dios. Dios no lo hace, ni lo permite, ni tiene parte en ello. Si la enfermedad es una infección directa de un espíritu maligno, o simplemente por estar en esta Tierra caída, la fuente de toda enfermedad y dolencia es el diablo. Jesús lo dejó tan claro como fue posible; la enfermedad es siempre del diablo, y, por lo tanto, siempre debe ser resistida. La voluntad del Señor es sanar siempre. No hay duda sobre esto en las escrituras. No se puede leer la vida de Jesús en la Tierra y Su ministerio y no ver claramente que la enfermedad no es la voluntad de Dios. Jesús anduvo haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo (Hechos 10:38).

La pregunta es, ¿por qué no todas las personas nacidas de nuevo caminan con salud? Porque algunos no creen y otros no saben recibir por fe, pero eso no cambia la voluntad de Dios. Lo que es claro es la primera parte de este verso. Esta mujer tenía un pacto con Dios, a través de Abraham, que ella no estaba cumpliendo, así que Jesús lo invocó porque ella debía ser sanada. Tú también tienes un pacto debido a lo que Jesús hizo a través de Su muerte y resurrección. Su sangre selló un nuevo y mejor pacto establecido sobre mejores promesas. Recuerda, Gálatas 3:29 dice que eres un heredero debido a Jesús, eres la simiente de Abraham, y un heredero según la promesa. Puedes recibir sanidad solo basado en ese hecho. No pasemos tanto tiempo preguntándonos por qué la gente no recibe su sanidad y sigamos buscando en la Palabra. Sigamos haciendo lo que se nos dijo en Oseas y sigamos para saber. No nos atasquemos con dudas y cuestionamientos; confiemos en Dios. ¿Qué pasa si un ser querido no recibió, qué pasa si un amigo no recibió, qué pasa si un famoso predicador de la fe no recibió y se fue a casa temprano? Eso no cambia la Palabra escrita, y no voy a perder tiempo tratando de averiguar dónde o si ellos la perdieron. Ellos están en el Cielo y no volverían ni aunque se los rogaras. Tu tienes un pacto, así que Satanás no puede mantenerte atado; la voluntad de Dios en el Cielo está disponible para ti ahora mismo mientras estás en la Tierra.

Pr. Mark Garver