02 de Julio, 2024 - Resultados de tus palabras
Salmo 107:2 “Díganlo los redimidos de Jehová, los que ha redimido del poder del enemigo.”
Para mí, "Que lo digan los redimidos" tiene mucho que ver con nuestra conversación diaria y con lo que hablamos en nuestro interior. Es menos una confesión a propósito y más lo que sale de nuestro corazón y de nuestra boca cada día. Para que Dios se mueva en nuestras vidas, creo que éste es uno de los aspectos más importantes. La Biblia dice: "De la abundancia de tu corazón habla tu boca", así que, por lo tanto, estás diciendo lo que crees a diario y con regularidad. En otras palabras, es tu forma de hablar, lo que dices a tu familia, amigos, compañeros de trabajo y lo que dices a los extraños. Si la única vez que hablas de "fe" es en la iglesia, Dios no tiene mucho con qué trabajar. No hay mucho que Él pueda confirmar. Tu hablar regular, lo que dices, es lo que realmente crees. Que lo digan los redimidos del Señor. Así que, llenemos nuestras vidas hablando de lo que el Señor nos ha redimido y de lo que Él dice que ahora es nuestro.
En Santiago 3:4-5, vemos que la lengua se asemeja al timón de un barco. Ese pequeño timón da dirección a ese barco. Ese timón es relativamente pequeño comparado con el tamaño del barco. De la misma manera, tu lengua es pequeña y para algunas personas, nuestras palabras parecen insignificantes y dicen, "¿Qué importa? Son sólo palabras". Pero Dios ha dicho: "La vida y la muerte están en poder de la lengua", así que Él tiene razón y ellos están equivocados. Tus palabras dirigen tus acciones; lo que un hombre piensa acabará convirtiéndose en palabras y acciones y por eso las palabras son tan poderosas. ¿Qué debemos hacer? Que lo digan los redimidos. Sólo habla la Palabra, llena tu corazón tanto que la Palabra de Dios salga.
Pr. Mark Garver